6 de marzo de 2014

Leopoldo María Panero



Un homenaje a un grande de la poesía. Lo había escrito en el 2011, pero no fue hasta hoy 06 de marzo del 2014,  que me entero del fallecimiento de Leopoldo María Panero el día de ayer, que me decidí a subirlo. 



Como todos los malditos,
 sus palabras son epitafios 
demasiado grandes para los muertos que contienen.
 No alcanzaría ni toda la piel de un elefante, 
para escribir los versos que se cuelan por las neuronas 
de su cerebro a cada minuto, 
y se escapan del papel que sólo recoge, 
las migajas de su locura. 

Haría falta destapar el avispero de dentro de su cráneo, 
para saber que las picaduras, 
son mortíferas alucinaciones de un dios envenenado.




Aqui un fragmento del documental El desencanto de Jaime Chavarrí, donde se recoge la vida de la familia Panero. Grandes palabras de Leopoldo María...




 

3 de diciembre de 2013

Carta de Pablo Palacio a Pablo Hannibal Vela.



Loja, 1 de enero de 1939.

Mi Estimado Hannibal.


Mi querido colega, te escribo desde Loja, ya sabes que ando medio maluco de salud, y como nos botaron de la Asamblea, los nervios están que me matan. Y ahora encima, esta noticia que paso a relatarte. 


Te cuento que ahora que he vuelto a la tierra, luego de permanecer en Quito esta turbulenta temporada, dominada por el odio y el cinismo, me entero que han utilizado tú nombre para una serie de películas, dizque basadas en unos libros de un Thomas Harris, autor que desconozco por completo y que me parece un invento peruano para difamarnos. Me enteré de que este Hannibal, que encima tiene otro apellido -Lecter dicen-, está basado en un asesino serial, un psicópata de acuerdo a las nuevas teorías psicoanalíticas que provienen de Freud y Jung, y yo sin saberlo cuando escribí “El Antropófago”, que es en lo que se basa la historia de este Hannibal Lecter. O sea que toman tú nombre y mi cuento. Esto es el colmo. Pero vamos por partes. 


Te prevengo que te andes con cuidado porque la secreta y los pesquisas del presidente Mosquera andan detrás de todo lo que parece subversivo. Ya sé que vos te dices socialista, y no comunista, pero como ahora el infeliz del Mosquera se inventa que todos acá somos bolcheviques, y todo es caos, y todo es anarquía y disolución, y que hay que proteger la patria de esta “amenaza”, anda persiguiendo a todo gato o perro que se encuentra. Es como si el Fürher y el maricón del Edgar Hubert se hubieran casado en el Ecuador y hubieran parido un hijo mestizo, y criollo: un pequeño hijo que se llama Aurelio. 

Pero no nos adelantemos a los hechos -que estoy loco, pero no soy clarividente-. Lo que pasa es que acá en Loja las cosas son avanzadísimas. Si te contara las cosas que veo Hannibital. Pero regresemos a tu caso. 

Te prevengo porque en la tele, que es una cosa espléndida que solo hay acá en Loja, pasaron en un canal peruano un avance de la serie que han sacado, no contentos con las películas, que te repito, están basadas en los libros de Thomas Harris -un discípulo de Poe, me supongo-. Las novelas, que todavía no he podido conseguir de contrabando en Huaquillas, me dicen que tratan de un asesino en serie, un Jack The Ripper, el verdadero, -no el criollo, que ya sabes que escribía sobre los montubios-. 

Este nuevo asesino, se regodea alimentándose de sus víctimas, a las que caza despiadadamente y devora en festines opíparos dignos del gabinete y todos sus ministros. Vos que has leído mi cuento “El Antropófago” te darás cuenta de que me copian. Y ya sabes, los gringos estos no me dan ni el crédito ni un aplauso. Solo le han cambiado la trama un poco, aunque hasta el Hannibal este de las películas está encerrado como el antropófago que describo, y le hace un poco de diabluras a la Judith Foster, que es la protagonista de una de las películas. Reconozco que es original la idea, pero se inspira casi todo en mi cuento y en tu nombre mi colega. Algo hay que hacer al respecto, vos con las leyes en Quito, yo desde mi Loja querida, tenemos que actuar pronto, antes que le saquen copyright en el IEPI, y nos dejen fregados y copiados. Estos cholos brutos con tal de darles la razón a los gringos, de cualquier cosa son capaces. 



Lo que me preocupa, es que los pesquisas, atolondrados y con la consigna del Mosquera de mantener el orden público, no tomen en cuenta los diferentes apellidos, porque eso sí, para ser sincero, el personaje que vi en la tele, era igualito a vos Hannibital, -con buen porte y garbo, aunque menos ciego-. Para mí que eso basta para que estos cholos brutos te persigan como a un asesino. 



Por eso te escribo desde la Lojanía, para que te vayas por la sombrita, -no la que ya andas viendo, o no, porque estás más ciego que un topo, perdón por el sarcasmo-. Y es que no solo el gobierno dizque se anda preparando contra los bolcheviques, sino que los peruanos, que me pasan noticias eso sí, a través de esta caja maldita que no entiendo, nos andan pisando el poncho, y ya mismo que nos invaden –eso es seguro-. Por eso mejor hacerse el loco –como yo- para que no nos vayan a fusilar por comunistas, o por monos, como dicen que somos, todos los gallinas que viven al sur del sur, o sea de Macará, que ya es bien lejos. 

Me despido Hannibital, no sin adelantarte que la serie homónima tuya y las películas, están buenísimas a pesar de la copia infame que han cometido. Ahora si me voy cieguito del alma. No te irás a comer a alguna guambra bandida porque ahí sí fregaste! Y si haces cena, mandarás a verme a Loja para darnos un último banquete. Jajaja –otra vez yo y mi sarcasmo-. 

Con afecto, tu tocayo Pablo. (Eso sí, solo en el primer nombre. Por si acaso la secreta intercepta la carta y me confunda con vos). 



2 de diciembre de 2013

A mi abuela Sara




Ya lo dijo el inka Tupak Katari:
regresaré y seré millones,
igual que todas las mariposas llamadas Sara,
igual que todos los insectos que algún día fueron
conocidos como Gregorio Samsa,
regresaré y poblaré la tierra.

 
Mi cuerpo que no solo es carne,
sino polvo, y agua, y viento, y fuego,
se llenará de pupas y crisálidas esperando la primavera,
hará explosión y me transformaré en montaña,
en valle, y crepúsculo lunar,
y en mandrágora y mantícora a la vez,
y ni San Jorge que espera la batalla,
podrá combatir el fuego de este dragón eterno.





Pues mientras exista la radio en A.M.
y se escuchen pasillos y albazos, y versos tristes
como los que escuchaba mi abuela en el cuarto junto al durazno,
y su voz hecha eco penetre todo el espacio de la casa vacía,
seré uno y todos, y ninguno a la vez.



La única guerra que es tan hermosa
como para arrancarle las lágrimas a un niño,
es la que se celebra en el interior de uno mismo,
pues de acuerdo a todos los tratados y armisticios,
declarara que quien gane, siempre perderá algo suyo,
pero ganará en insecto, y en mariposa, y ese bichito
será la salvación y la perdición del mundo.




29 de octubre de 2013

alejamiento



Lucidez de chuchaqui y porro a las tres de la mañana
luego de un blancazo sentimental.
Hago todo lo posible para alejarte,
para alejarme,
para no sentir.