Al parecer ninguno de nosotros será como Manolo Chinato, o como Panero! Es mucha alevosía la comparación, pero solo quiero decir que eso de llegar a viejo al parecer está negado para esta generación...
Esta generación está marcada por la tragedia,
por la derrota, por el ocaso perenne.
Ahora se va el Pepe Víctor, el eterno piloto
de esta nave sin rumbo
que vaga por la vida, trasegando siempre.
Al parecer el Pepe también era amante de la soledad,
de esta soledad que nos envuelve
y atrapa a los mejores.
La soledad es la amante de esta generación,
y algunos le tienen miedo,
y se agobian ante su presencia,
ante la sombra eterna que se eleva desde la cuna.
Y sin saberlo, el Pepe renunció irrevocablemente a su condición de amante,
pero la soledad no es una amante que se dé por vencida,
como la hierba del diablo, solo se satisface si estás terminado,
vencido, sin aliento.
Ahora te vas compañero. Me dejas, y yo siendo solo copiloto,
tendré que lidiar solo con esta nave, con mi propia amante,
con todo el vacío y la tragedia que nos resta a los que nos quedamos,
y no huimos como liebres ante el feroz lobo del destino.
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