El ascensor estaba dañado,
mi desesperación me llevó a un abismo,
más siempre es confiable este antiguo edificio.
Ahora regresa la luz,
se han prendido las bombillas,
y el ascensor vuelve a funcionar.
Ya no necesito arrastrarme escaleras arriba,
y no tengo que vivir donde los vecinos,
regreso a mi casa, que es cada vez más alta.
No sé cuando llegue al piso siete,
por ahora me quedaré en el piso 2.
Por ahora solo vivo en e piso-dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario