Tengo miedo que mi literatura sea insabora. Tengo miedo a ser tibio, ni frio ni caliente. Porque los tibios tienen comprado el infierno, o lo que sea que se llame, luego de la vida. Mi literatura no tiene sexo, es indefinida, puede ser utilizada por cualquiera, puede servir para cualquiera. Mi literatura no se define, ni tiene que hacerlo, o si? Y sin embargo no todo es indefinición…
La mediocridad que me rodea es asfixiante. Puedo oír música, literatura, películas, y solo algunas se quedan en mi oído. Puedo ver videos, ver películas, la tele, pero solo unas pocas imágenes se quedan en mi retina, y es que el ser exclusivista me ha llevado al callejón. Y es que ser un exclusivista, sin saber que mismo quiero, es difícil, porque lo criterios de selección se han borrado, o no existen, entonces uno no elige, como ahora en el almuerzo, me dejé llevar por la selección de otro, porque elegir se ha vuelto complejo y prefiero que otro que elija por mí; y sin embargo me dio cargo de conciencia dejar ahí un plato, a medias, con comida. Eso es lo que me enseñaron, eso se llama conciencia social panfletaria, sin un verdadero sentido, porque consumo, y mucho, y me gusta, me hace feliz por un instante, lo que tengo, lo que consigo. Pero me dio cargo de conciencia dejar ahí un plato a medias. He ahí la contradicción de toda la vida. Elegir y no elegir.
Y sin embargo, hoy he decidido no sentirme mal, por nada. Decidí que yo soy quien decide si pasar mal o bien, uno se hace aquí su propio cielo, o su propio infierno, nadie más. Está el amor, los amigos, las cosas que a uno le hacen feliz, otras que le harían llorar, pero yo sigo estando aquí y ahora, nadie más. No hay quien se vaya contigo a la cama, pues bien, te vas solo. No hay quien coma contigo, pues bien, comes solo. Las cosas que te hacen bien son difíciles que pasen, pues bien, haces las cosas que tienes que hacer, y esperas que esas otras cosas pasen, sin prisa, pero sin pausa. Y así…
Esta también es parte del Maniqueismo que me decía S que me atravesaba? Puede ser, todo es posible. Esta idea de que es uno mismo quien se determina, no viene de toda esa corriente que representa el hombre como centro del mundo, el que todo lo puede, hace y deshace y es el dueño de la naturaleza? tal vez sea así, pero prefiero ser quien se determina a sí mismo, quien decide que hace y lo que hace, sin embargo la incapacidad de decidir me golpea, me maltrata, es la bipolaridad que acecha en su oscuro rincón.




