A Henry, nuevamente.
Aquí hace tanto frio,
y tú allá tan solo.
En este frio invierno nuclear
te siento tan lejano, tan ajeno a este mundo.
Apenas oigo nuestros latidos,
apenas el eco llega de lejos,
de tan lejos que ya no existe una memoria,
tan remoto que hasta el lamento no llega.
Tú allá en tu soledad,
yo acá en mi otredad,
cambiando fluidos por versos,
cambiando de vida por besos.
Qué haremos tú y yo?
qué haremos en el mar?
si no somos marineros,
ni piratas que asalten los restos,
de un naufragio que hace tiempos resulta la vida.
Qué sería de mi sin ti?
qué sería de la vida sin la muerte?
el sinsentido lo siento aquí dentro,
en el medio del pupo, del centro del mundo.
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