Por la fuerza de la costumbre
me permito recurrir a ti,
me desoigo de lo que oigo,
y disipo mis ideas en la fuente cristalina
que encuentro de camino,
a la recurrencia de lo que era cotidiano.
Por la fuerza de la costumbre
es que escribo cada verso,
es que expongo las ideas
que obscenas aparecen ante el brillo
que la luz de tu mirada tiene,
cuando a cada noche me acuesto
y despierto al día siguiente,
sintiendo la ausencia de mi ser
que entregado a tu costumbre,
a la piel del deseo insistente,
me mantiene en ese vilo,
y tan solo pregunto:
cuándo por la fuerza de la costumbre
te encontraré de nuevo?
Lindo!
ResponderEliminargracias!
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